Hilos Tensores: Nuevo Lifting sin cirugía
Uno de los tratamientos más novedosos en los últimos meses, los hilos tensores se han convertido en un procedimiento eficaz para el tratamiento de la flacidez cutánea, cada vez más solicitado. Consiste en la colocación a nivel de intradérmico (en la segunda capa de la piel) de múltiples hilos para conseguir recolocar los tejidos de los pómulos, que van descendiendo con el paso de los años.
Los hilos están fabricados en un material 100% biocompatible -el mismo que se utiliza en las suturas quirúrgicas-, son totalmente reabsorbibles y su grosor varía dependiendo de la zona en la que se coloque y la flacidez que presente cada paciente. Así, los que hilos que se utilizan para el tratamiento de la piel alrededor de los ojos son mucho más finos que los que se colocan a nivel de pómulos o a nivel de la mandíbula.
El mecanismo del hilo es un efecto mecánico de tensión y, a largo plazo, cada uno de los hilos que se colocan es sustituidos por fibras nuevas de colágeno. Los efectos comienzan a notarse a partir del mes de su colocación llegando a un efecto máximo a los 3-4 meses y hasta un 12-18 meses después, mejorando la calidad de la piel y su flacidez.
Aunque es un tratamiento que no tiene que ver nada ni en resultados ni en procedimiento con los lifting quirúrgicos, tiene la ventaja de no tener a penas periodo de baja posterior.
En un procedimiento poco doloroso, que dura entre 30-45 minutos. Para el tratamiento de toda la cara pueden llegar a colocarse entre 30 o 40 hilos de diferentes tipos según la zona.
Con este tratamiento, no sólo se puede corregir la flacidez de la cara, si no que también se puede mejorar la flacidez del cuello, de cara interna de brazos, abdomen o cara interna de muslos, aunque estas zonas los resultados suelen ser más moderados.