Dermatitis Seborreica
La dermatitis seborreica o “eczema seborreico” es una enfermedad de la piel caracterizada por la aparición de enrojecimiento, descamación y picor que puede afectar a cuero cabelludo, a cejas, laterales nasales, mentón, oídos, párpados (sobre todo los inferiores) zona central del tórax, ombligo y genitales. Puede aparecer a cualquier edad, desde los bebés, dermatitis seborreica del lactante (en los tres primeros meses de vida) hasta la edad adulta, afectando con más frecuencia al varón.
La causa exacta no está clara, si bien, se han implicado dos factores principales: una piel seborreica (“grasienta”), por influencia hormonal androgenética; y la afectación microbiana, habiéndose implicado a un tipo de hongo (Malassezia furfur). Y a esto se le unen varios factores que pueden empeorarla como el estrés, fatiga, ingesta de alcohol, dieta grasa, obesidad, clima frío y seco.
La dermatitis seborreica es un proceso crónico con brotes de empeoramiento, y el tratamiento va a ir dirigido a controlar los síntomas, no a curar la dermatitis. Además, debe saber que el tratamiento habrá de mantenerse durante periodos largos y repetirse en brotes sucesivos. La dermatitis seborreica infantil es la única que es autolimitada, con una buena respuesta a las medidas higiénicas, aunque en algunos casos es necesario el uso de un tratamiento más intenso para su resolución.
El tratamiento es principalmente tópico (aplicado directamente sobre la piel) a base de lociones, cremas y champús. En el cuero cabelludo se usan champús antifúngicos (contra los hongos). En cuadros graves, se asocian corticoides tópicos. En la cara se aconseja el lavado con gel antifúngico, así como la aplicación de cremas o lociones de corticoides y antifúngicos. Actualmente se emplean dos nuevas medicaciones, tacrólimus y pimecrólimus, inmunomoduladores tópicos indicados en casos graves o resistentes a tratamientos habituales.
No existen medidas concretas que impidan la aparición de los brotes debido a que su causa no está aclarada. Los pacientes deben seguir las medidas y pautas terapéuticas que aconseje su dermatólogo.