Cáncer de Piel
El cáncer de la piel es una enfermedad en la que se encuentran células cancerosas (malignas) en la piel procedente de los diferentes componentes que la forman. El aspecto del cáncer de la piel puede variar. El signo más común del cáncer de piel es un cambio en el aspecto de esta, como por ejemplo una elevación o una herida que no sana de largo tiempo de evolución. A veces puede aparecer como una pequeña protuberancia de apariencia suave y brillante o de color rojo o marrón rojizo. El cáncer de la piel también puede aparecer como una mancha roja áspera o escamosa. Indudablemente no todos los cambios en la piel significan que usted tiene cáncer, sin embargo, es recomendable ver al médico cuando note algún cambio.
El cáncer de piel es más común entre las personas cuya piel es más blanca y han pasado mucho tiempo expuestas a los rayos solares o han sufrido quemaduras solares en la infancia. Este cáncer puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en las áreas con mayor exposición al sol como la cara, el cuello, las manos y los brazos. Como la mayoría de los cánceres, el cáncer de la piel se trata mejor cuando se detecta pronto. Si usted tiene una mancha o protuberancia en la piel, el médico puede extraerla para analizar el tejido en el microscopio. Este procedimiento se conoce como biopsia. La biopsia generalmente puede llevarse a cabo en el consultorio médico. Antes de la biopsia, a usted se le administrará un anestésico local para dormir el área durante un período corto.
Básicamente existen dos variedades de cáncer de piel: el melanoma maligno y el epitelioma, y dentro de los epiteliomas existen dos tipos diferentes: el epitelioma basocelular y el espinocelular.
El epitelioma basocelular es el cáncer más frecuente que existe en nuestro organismo y representa un 80% de los cánceres de piel. Se manifiesta normalmente en pacientes que han experimentado una exposición crónica al sol. Tratado adecuadamente, éste tipo de cáncer tiene una probabilidad de curación de más del 95%.
El epitelioma espinocelular es la segunda forma más común de cáncer de piel y constituye un16% de los casos. También es propio de personas que han tenido mucha exposición al sol, sin embargo, éste tipo de cáncer puede desembocar en metástasis, por lo que es imprtante consultat y someterse a tratamiento adecuado.
El melanoma maligno es la forma menos común de cáncer de piel y la más peligrosa. Es el cáncer más frecuente en mujeres entre 25 y 29 años de edad y el que más ha aumentado en nuestra sociedad en los últimos 20 años. Aparece en personas con piel clara, múltiples lunares y antecedentes de quemaduras solares.
Factores de riesgo para padecer un cáncer de piel son:
- Tener piel blanca, pelo rojo o rubio
- Tener los ojos de color claro
- Quemarse con el sol fácilmente
- Tener muchos lunares, pecas o marcas de nacimiento
- Trabajar o jugar en exteriores
- Haber permanecido expuesto al sol por mucho tiempo en las primeras edades.
- Haber sufrido una quemadura de sol grave
- Haber sufrido cáncer en la piel o tener familiares que han tenido cáncer en la piel.
- Broncearse en el sol o con una lámpara
La clave para prevenir el cáncer de piel es evitar la exposición solar y las lámparas de sol.
Consejos:
- Permanecer en la sombra siempre que sea posible.
- Utilizar manga larga y un sombrero de ala ancha para protegerse cara, cuello, hombros y orejas.
- Las nubes y el agua no protegen; entre un 60% y un 80% de los rayos solares son capaces de atravesar las nubes y alcanzar a los nadadores como mínimo debajo de la superficie del agua. Los rayos de sol también son reflejados a través de la nieve y la arena blanca.
Es importante hacer una autoexploración exhaustiva para detectar de forma precoz cambios en lunares o la aparición de lesiones nuevas. La mayoría de los lunares normales han aparecido ya a la edad de 30 años. Cualquier lunar que aparece después de los 30 años debe ser observado cuidadosamente y notificado al médico de familia.
Regla ABCDE
- Por Asimetría: un lunar que al dividirse en dos no es igual en ambos lados.
- Por Borde: un lunar que tiene bordes poco definidos o indentados.
- Por Color: los cambios de color (oscurecimiento, extensión del color, pérdida del color o aparición de colores múltiples como azul, rojo, blanco, rosado, violeta o gris).
- Por Diámetro: un lunar con un diámetro mayor de 7 mm.
- Por Elevación: un lunar que sobresale por encima de la piel y que presenta una superficie desigual.
Otras señales:
- Un lunar que sangra
- Un lunar que crece rápidamente
- Un crecimiento escamoso o con costra en la piel
- Una llaga que no se cura
- Un lunar que le produce comezón (pica)
El tratamiento de elección en la mayoría de los casos es la cirugía. Consiste en la extirpación del tumor con un margen de piel sana, que será más o menos extenso dependiendo de la agresividad del tumor. Sin embargo, existen algunos casos en los que se pueden usar tratamientos locales que se usan para los cánceres de piel no melanoma con resultados excelentes. Dentro de estos tratamientos contamos con el Imiquimod, una crema inmunomoduladora que evita la cirugía en un gran número de carcinomas basocelulares.